Un hijo con fiebre ¿que hacer?
La fiebre es uno de los motivos de mayor preocupación de los padres. Cuándo una hija o hijo presenta un episodio febril, es frecuente que nos angustiemos frente a la posibilidad que la fiebre le haga mal, o que estemos frente a una condición que se puede agravar.
Para partir diremos que se entiende por fiebre cuando la temperatura axilar es de 38ºC hacia arriba, temperaturas un poco más bajas (entre 37,5 y 37,9 ºC) puede expresar también enfermedad pero no alcanzan a ser fiebre (les llamamos febrículas o estado subfebril), aunque recientemente con la epidemia de COVID-19 se está considerando anormal desde 37,8º hacia arriba.

La fiebre es un mecanismo de defensa
Lo cierto es que la fiebre es algo que le hace bien al niño (claro que los excesos tampoco son buenos). La fiebre permite que los mecanismos de defensa ante infecciones funcionen mejor. En la gran mayoría de los casos debemos permitir algún grado de fiebre para que nuestra hija o hijo tenga mejores posibilidades para defenderse de una infección. Lo que debe preocuparnos la mayor parte del tiempo (veremos las excepciones) es la causa de la fiebre, ya que algunas infecciones pueden requerir un tratamiento antibiótico para lograr una adecuada recuperación
¿Cuándo debo consultar por fiebre?
La causa habitual de la fiebre es una infección, sin embargo en pediatría la mayor parte de las infecciones no requieren ningún tratamiento para mejorarse. Nuestro cuerpo, especialmente el de los niños está preparado para recuperarse espontánemente de la gran mayoría de las infecciones que el niño puede enfrentar.
Sin embargo, hay algunas condiciones que nos obligan a consultar médico, normalmente con bastante urgencia cuando se presentan:

- En Recién Nacido: Todo recién nacido que presente fiebre puede tener una infección grave. La mayor parte del tiempo no será una infección delicada, pero la probabilidad de que haya una infección que se pueda agravar rápidamente es significativa. Por esa razón siempre consultar rápidamente si se detecta fiebre
- Lactante menor de 3 meses con fiebre sobre 39º: En el menor de 3 meses con fiebre alta (igual o mayor de 39º) es necesario una evaluación médica urgente y eventualmente controlar con exámenes. No es recomendable esperar a conseguir hora con el pediatra de cabecera
- El niño de se ve mal: En toda niña o niño que al bajar la temperatura no se vea mucho mejor (como que «resucita») es adecuado consultar de urgencia, independiente de la magnitud de la fiebre. La gran mayoría de las infecciones benignas (de esas que pasan solas) el niño se ve casi normal al bajar la fiebre.
- Fiebre que dura más de 3 días: Si no se cumple ninguna condición anterior pero la fiebre se prolonga por más de 3 días es recomendable que consulte a su pediatra, no es necesario consultar de urgencia
- Sospecha de enfermedad que requiere tratamiento: Hay veces en que lo que preocupa no es la fiebre sino otros síntomas que indican la presencia de una enfermedad infecciosa que requiere un abordaje especial y eventualmente tratamiento antibiótico. Nos referimos en este punto a la presencia de síntomas como los siguientes (sin pretender cubrir todas las posibilidades):
- Molestias para orinar u orinas de mal olor: Puede haber una infección urinaria, requiere exámenes y antibióticos.
- Dificultad para respirar: Si el niño respira rápido o se le marcan debajo de las costillas para respirar, o tiene tos que lo ahoga. Requiere evaluación urgente.
- Dolor de cabeza que no para al bajar la fiebre
- Dolor abdominal intenso y permanente
- Herida o lesión en la piel roja que va creciendo o es muy dolorosa.
¿Cómo tratar la fiebre?
Si nuestra hija o hijo no está en ninguna de las condiciones referidas más arriba, entonces lo correcto sería no acudir a consulta de urgencia o médico de cabecera de inmediato, sino intentar manejar la fiebre en casa. En muchos casos podría bastar una consulta a distancia o una teleconsulta formal para aclarar dudas.El tratamiento de la fiebre consiste en:
- Medidas Generales: Ofrecer abundante líquido, no obligar a comer, permitir el reposo, etc
- Medidas Físicas: Podemos apoyar el control de la fiebre con desabrigo y eventualmente usando paños húmedos tibio; debemos evitar el uso de paños fríos en el cuerpo porque pueden empeorar la fiebre
- Antipiréticos: Así se llaman los remedios para bajar la fiebre y que deben estar en toda casa. Se deben usar si la fiebre es igual o mayor a 38,5. El más seguro de ellos es el paracetamol y es muy efectivo si se usa a la dosis adecuada, además es el que permite su uso más frecuente. La dosis debe ser consultada con su pediatra porque depende del peso del niño, la presentación (gotas, masticables, etc) y la marca que se vaya a usar. En general la presentación en gotas, es la recomendable en menores de 2 años y se debe usar entre 3 y 4 gotas por cada kilo de peso, repitiendo si es necesario cada 6 horas. En niños mayores de 6 meses (sin vómitos ni diarrea), podemos usar Ibuprofeno forte, siendo la dosis de 1 ml por cada 4 kilos de peso. Es decir un menor que pesa 12 kilos debe usar 3 ml. El ibuprofeno se puede repetir cada 6 horas como máximo.
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